Van dos salidas públicas tras los partidos que el entrenador de Junior, Luis Amaranto Perea, 'pone la cara’ pidiendo paciencia a favor del atacante Cristian Martínez Borja, que a la fecha todavía no ha hecho estremecer a la tribuna con el primer grito de gol. 

Luego de seis partidos jugados -cuatro de Liga Colombiana y dos de Copa Sudamericana-, lo más cercano que tuvo Martínez Borja fue un tiro penal fallado ante el Libertad, en Paraguay, duelo que pudo haber cambiado el destino del equipo. Pero eso será algo que nunca se sabrá a ciencia cierta. 

Lo que sí es verdad es que en medio de que el equipo prácticamente no genera nada en ataque, con pocas ideas y menos oportunidades de gol creadas para alimentar a sus ‘9’, Cristian se ve mal, alejado del juego. 

Y aunque se puede decir que hasta ahora, la gente ha asumido con cierta paciencia lo que ha hecho y dejado de hacer el jugador, los insistentes pedidos de Perea, quien cree que no tiene mucho más en la banca, van haciendo que la gente se pregunte ¿Martínez Borja para cuándo?

Hace varias décadas, el salsero panameño Rubén Blades hizo muy popular la canción titulada ‘Adán García’, que en uno de sus versos dice que el hombre iba apagado, lejos de la felicidad que habitualmente mostró durante toda su vida. 

Ya no era el dicharachero y alegre de otros días, caminaba con la manos dentro de los bolsillos y, en la opinión de un vecino de su barrio, iba “en la tranquilidad del desesperado”. 

Perea pide tranquilidad con un tono mesurado en las ruedas de prensa, pero parece que va entrando en la misma agonía invisible de Adán. 

Martínez Borja camina la cancha viendo a sus compañeros jugar a la distancia, mientras la soledad lo mata en el frente de ataque, no se le escucha decir nada, mientras mantiene la tranquilidad del desesperado, que cantó Rubén Blades. 

Para poner sal y limón a la herida de los hinchas, Miguel Ángel Borja, el anterior ‘9’ del equipo, llegó a Gremio y en su primer partido marcó un gol. Y de penal, vía en la que no pudo resolver su reemplazante. Las odiosas comparaciones.

Falta mucho por jugar y Martínez Borja ha demostrado tener la calidad para brillar en el Fútbol Profesional Colombiano. El chocoano supo rendir en el América de Cali, cuando con goles suyos en algún momento puso a sufrir a los rojiblancos. 

Sin embargo ese elenco escarlata jugaba a otra cosa, algo que interpretaba mejor el artillero. 

¿Podrá el atacante reinterpretarse como jugador o deberá ser el entrenador el que cambie el guión de su equipo para darle comodidad al atacante? 

Complejas dudas que deberán resolver si quieren despegar el rendimiento de un Junior que no está marcando goles y que apenas lleva 5 puntos de 12 posibles.